El mezcal es una bebida ancestral que ha cautivado a los amantes de los destilados con su rica historia y su diversidad de sabores. Entre las joyas del mezcal artesanal se encuentra Mezcal APALUZ, una destilería con sede en Durango, cuyo compromiso con la tradición y la calidad ha llevado a la creación de un producto excepcional.

Para apreciar plenamente los matices y las sutilezas del mezcal, es importante conocer y seguir los pasos adecuados para degustarlo. Aquí te presentamos una guía paso a paso:

1. Prepara el ambiente: Escoge un lugar tranquilo y sin olores fuertes que puedan interferir con los aromas del mezcal. Utiliza copas de vidrio transparente y delgadas, de preferencia en forma de tulipán, para capturar los aromas y concentrar los sabores.

2. Observa el mezcal: Examina visualmente el mezcal en la copa. Observa sus perlas, brillo y consistencia. El mezcal APALUZ añejo de Durango, elaborado con agave Cenizo o Durangensis endémico de la región, presenta tonalidades doradas y destellos ambarinos, evidenciando su autenticidad y calidad artesanal.

3. Aprecia los aromas: Acerca suavemente la copa a tu nariz y respira. Notarás una amplia gama de aromas, desde notas ahumadas y terrosas hasta toques frutales y herbáceos, según la variedad de nuestro mezcal. Mezcal APALUZ, en particular, sorprende con su complejidad aromática, donde se entrelazan aromas sutiles de frutas maduras y el distintivo aroma del agave Cenizo de Durango.

4. Toma un sorbo: Bebe un pequeño sorbo y deja que el mezcal recorra tu paladar. Permítete saborear y apreciar su textura sedosa y su equilibrio de sabores. Notarás cómo los sabores dulces, ahumados y herbáceos se entrelazan, creando una experiencia sensorial única.

5. Saborea el final: Presta atención al final, también conocido como «retrogusto». El mezcal APALUZ de Durango deja un final prolongado y suave, con un sabor persistente que invita a seguir explorando las complejidades de esta bebida.

Mezcal APALUZ, con su enfoque artesanal y la utilización del agave Cenizo o Durangensis endémico de Durango, ofrece una experiencia de degustación excepcional. Cada sorbo de este mezcal te transporta a la riqueza de la tierra duranguense y a la pasión de quienes lo producen.